Ha cumplido su séptima temporada en Bera Bera como fisioterapeuta a sus 30 años. Nerea Uranga hace repaso de la campaña más rara desde que aterrizó nada más terminar la carrera en Bidebieta y nos acerca a su profesión.
El curso comenzó a finales de julio y la palabra más utilizada ha sido protocolo Covid. Uranga cree que ante esta situación “el equipo ha dado muestras de su responsabilidad, hemos sabido adaptarnos, mantener medidas y ser lo más burbuja posible”. “El riesgo de un confinamiento ha estado siempre pero solo ha sido de una semana, lo que habla bien del equipo” explica.
En su área, la temporada ha venido marcada por lesiones de larga duración en cuatro jugadoras. Emma Boada se rompió el cruzado en agosto, Cesáreo tuvo que ser intervenida en septiembre de su muñeca, Sara Gil paró en noviembre por sus problemas en el codo y O’Mullony, una vez recuperada, se dislocó el hombro en enero. “Salvo esos casos, podemos decir que no ha habido mucha lesión”, de hecho, Maitane Etxeberria, con rotura de los huesos propios de la nariz, se perdió la eliminatoria europea y un partido de Liga y Malena Cavo, el último. “Creo que también es importante que Imanol haya distribuido los minutos de juego y yo le doy mucha importancia al descanso, a la alimentación, a la hidratación y a mantener unos buenos niveles de carga”.
Uranga cree que la mejor prevención “es ser fuerte muscularmente”. Y dentro de una plantilla de 17 jugadoras hay todo tipo de casuísticas: “hay jugadoras que no han pasado por la camilla, otras vienen porque le ha dolido algo y a veces soy yo la que obliga a la jugadora a que venga a tratarse porque ha jugado muchos minutos”. Y percibe mucha diferencia dentro del grupo, sobre todo en cuanto a la edad. “Las veteranas se tratan más”, apunta. “Hay otras –continúa- que no le dan tanta importancia, quizá porque no han tenido fisioterapeuta en sus anteriores equipos y vienen cuando tienen dolor”. El procedimiento es que cada una coge ‘cita’ en un calendario que hay en la ‘fisiogela’, al lado de la boca de entrada a la pista de Bidebieta. Gracias al Donostia Basket, Uranga también ha podido trabajar en el Gasca.
La experiencia también le ha servido para adaptar su manera de trabajar. “Antes en una fase final de la Copa, por ejemplo, hacía turnos cada 20 minutos por jugadora, ahora nos adaptamos a las necesidades porque una puede necesitar 12 minutos y otra 35”. En la camilla, admite también el aspecto psicológico porque cada jugadora es un mundo y trata de averiguar la causa de la dolencia porque en muchos casos viene derivada “por otros factores como la fatiga, el no haber descansado bien, el estrés, temas personales…”.
Con las lesionadas de larga duración “el trabajo es diario”. “Tras una operación, el objetivo es ganar movilidad de la zona” y aunque siempre se estipulan plazos de recuperación Uranga expresa que “es una incertidumbre”. “Es importante la comunicación entre todos los que participamos de esa recuperación, el consenso con las jugadoras e Imanol, en este sentido, es conservador, no va a pedir arriesgar”.
Uranga otorga vital importancia en “educar para determinar qué es dolor y qué es molestia para decidir si puedes entrenar o no, si duele o no para gestionar el nivel de carga, es decir, que la jugadora intente establecer la diferenciar entre molestia y dolor”. “Yo les suelo decir que no puedo sentir su dolor’ explica la fisioterapeuta que tratar de “instaurar una escala de 0 a 10”, dado a la molestia el menor valor y al dolor, el mayor. “Por eso siempre les pregunto a qué nivel de la escala están porque todas juegan o entrenan con molestia, pero les va a permitir mantener su nivel pero si es dolor lo que sienten, no van a progresar y no deberían entrenar ni jugar”. Por lo tanto, “saber gestionar, saber interpretar lo que siente cada jugadora” es fundamental en su quehacer.
Hace apenas unos meses, Nerea Uranga ha abierto una consulta propia. “Normalmente trato a gente deportista y la experiencia que se lleva un cliente es lo que hace que repita o derive a alguien” pero está abierta a tratar a cualquier persona con dolor, “ya que es un tema que gusta mucho, la educación del dolor”. La necesidad de fisioterapia viene dada “cuando hay alguna molestia o dolencia” y, en este sentido, Uranga explica que “el dolor puede ser multifactorial: estrés, sedentarismo, no descanso, tabaquismo…”. Cree que con las sesiones y diferentes tratamientos la dolencia puede remitir pero defiende que “es mejor prevenir, realizar ejercicios adecuados en lugar de forzar y acudir luego a una sesión de fisioterapia”.
En su consulta realiza varias técnicas, electroestimulación, electroterapia, la terapia manual, la llamada de espejo que es por simulación o imitación o el floosing, a través de un vendaje elástico, entre otras. Y, por supuesto, prepara ya en su mente la temporada 2021-22 con SUPER AMARA Bera Bera.