Imanol Álvarez ya tiene la dirección del juego asegurado para las dos próximas temporadas. Tras la renovación de Esther Arrojeria, SUPER AMARA Bera Bera anuncia ahora el acuerdo con Emma Boada hasta 2022.
La central catalana ha sido este año una de las caras nuevas en Bidebieta y es la primera de ellas en prolongar su contrato con su equipo. A pesar de no poder realizar la pretemporada como le hubiera gustado, Emma Boada no se ha perdido ninguno de los 21 partidos que ha disputado SUPER AMARA Bera Bera esta temporada, incluida la Supercopa, habiendo marcado 62 goles. Partido a partido se ha ido asentando en la primera línea donostiarra, destacando sus partidos europeos ante Corona Brasov, y su compenetración con Arderius y Arrojeria principalmente. “A nivel personal estoy muy contenta con mi rendimiento en esta primera temporada pero soy consciente que me queda mucho por dar” apunta la central. “Tuve pequeñas lesiones que me impidieron rendir al máximo pero, en general, estoy muy contenta” añade para advertir que “lo mejor está por venir aún”.
A sus 26 años será una de las jugadoras de la plantilla con más partidos disputados en la División de Honor tras su paso por Castelldefels, donde debutó en la elite del balonmano femenino, para jugar posteriormente en Alcobendas y Málaga. Emma Boada asegura que su decisión por continuar “ha sido fácil de tomar”. “Cuando estás en el club en el que quieres estar, para mí el mejor a nivel nacional, y sobre todo cuando estás muy bien y disfrutas del balonmano, la decisión de renovar por dos años es fácil de tomar. Estoy en el sitio adecuado y es un placer seguir apostando por este proyecto”.
Pese a su juventud, Boada ya sabe vivir en ciudades como Barcelona, Madrid (Alcobendas) o Málaga. “Málaga se parece más a Barcelona pero con el paso de los meses Donostia ha conseguido cautivarme, me gusta mucho su tranquilidad y toda la paz que transmite rodeada de tanta naturaleza”. No obstante, le saca un ‘pero’: “sí le cambiaría el clima pero una se acostumbra”. “A todo esto si le sumas el buen trato de las compañeras desde el primer día, todo es muy positivo” apunta.
En su opinión, “es una pena que la temporada acabe así. A todas nos ha cogido de sorpresa esta pandemia mundial y creo que con la racha que llevábamos es una pena no poder seguir jugando”, No obstante, entiende la decisión federativa porque “ahora lo más importante como sociedad es la salud de todo el mundo”. Boada cree que “no se hubiera conseguido el 100% de seguridad para todas las jugadoras, no solo por el tema del coronavirus sino también por el tema de las lesiones por el largo periodo de inactividad que hemos tenido”.
Sobre la resolución de la Liga Guerreras Iberdrola, Boada piensa que “si los equipos de Plata han podido ascender se debería premiar también a los equipos de división de honor, porque la diferencia entre las jornadas disputadas y las jornadas que restaban es muy grande”.
A su juicio, la valoración de “la temporada es muy positiva”. En liga “solo hemos cedido dos empates y veníamos en línea ascendente” pero reconoce tener “una espinita” con la eliminación europea ante el Corona Brasov rumano. “Nos hubiera gustado seguir un poco más, nos pilló la eliminatoria todavía en periodo de adaptación y nos lastró un poco” admite.
La central catalana es optimista de cara a la próxima temporada porque “mantenemos casi todo el bloque y eso es muy importante”. “Si a todo eso le sumas el buen rollo, la calidad y las ganas de las jugadoras y del cuerpo técnico, creo que va a ser una gran curso” avisa. En este sentido, Emma Boada se fija objetivos colectivos “ambiciosos y reales a la vez” porque apuesta por “seguir en la misma dinámica de lo que veníamos haciendo en liga” si bien pide algo más porque considera que “debemos y podemos exigirnos”. Y dar un pasito más en Europa, “ojalá poder llegar a la fase de grupos” apunta. En relación a sus objetivos personales, Boada tiene claro que “lo básico es cuidarme para no lesionarme, disfrutar jugando y, sobre todo, crecer y seguir aprendiendo. A partir de ahí todo lo que venga, bienvenido será”. Pese a empezar la temporada con 26 años, la 20-21 será su novena campaña en división de honor, de ahí que interiorice que “una va entrando en el cupo de la veteranas y toca asumir esos roles para ayudar a las más jóvenes y a mis compañeras”.