Eider Lizarbe se encuentra en la localidad sueca de Uppsala gracias al programa universitario de Erasmus. Como en dicha ciudad, situada a escasos 70 kilómetros de Estocolmo, hay un equipo de balonmano, la donostiarra no se lo pensó y en estos meses compatibilizará estudios y deporte.
Lizarbe ha tenido acogida en el club Uppsala HK y ya percibe la relevancia del balonmano en Suecia. “Este equipo ha jugado habitualmente en Primera pero el año pasado bajó a Segunda” explica Lizarbe. “El objetivo de este año es ascender, somos el equipo a batir así que tenemos trabajo por delante” apunta la donostiarra que el año pasado estuvo convocada en 23 ocasiones con SUPER AMARA Bera Bera.
A Lizarbe le han llamado la atención cuatro características del balonmano sueco. Por una parte subraya que “el juego es muy físico, las jugadoras son muy corpulentas pero a pesar de ello son rápidas y en el juego se corre mucho”. A este respecto, repara en que “en los entrenamientos se entrena muchísimo el físico y los esprines”. Y destaca otra cuestión “las suecas juegan mucho en equipo y a pesar de su altura y fuerza buscan constantemente a la mejor posicionada de cara al gol”.
Otra curiosidad para Lizarbe son “los calentamientos antes de los partidos” porque “es muy divertido”. “Todo comienza un par de horas antes –explica- quedamos para dar un paseo por la ciudad y una vez en el campo además del calentamiento habitual, los dos equipos se ponen en dos círculos y hacen bailes al ritmo de la música”. “En todo momento tienes a alguien que te está chocando la mano o dándote un abrazo, a los suecos les encanta dar abrazos” añade.
Eider Lizarbe ha podido comprobar in situ el respeto de las jugadoras y público hacia el colectivo arbitral. “Durante el partido en ningún momento se dirigen al árbitro, jamás se les ocurre discutir con ellos por alguna jugada y en la afición se nota lo educados que son, solo se centran en animar a las jugadoras” afirma.
Por último otro aspecto a remarcar por la jugadora donostiarra es que “al marcar los goles siempre los tienes que celebrar subiendo las manos, si no lo haces prácticamente te obligan” exclama.
Y relata el protocolo final de cada encuentro. “Al finalizar el partido se ponen en línea y se van dando la mano entre las contrincantes, se saluda a cada jugadora sin excepciones, a todas!!!! Es muy curioso el sonido que se forma cuando todas las jugadoras se saludan al unísono en sueco. Después del saludo entre las jugadoras, tienes que saludar a los árbitros y con el puño cerrado les chocas el suyo, todas las jugadoras y siempre”.
Para finalizar se elige a la MVP del partido, se le obsequia con un detalle y el equipo se saca una foto. Y Lizarbe fue designada la mejor jugadora el día de su debut. “Fue el 1 de octubre, ganamos (30-14), un buen comienzo, todas las compañeras se pusieron alrededor mío e hicieron el baile que hacen siempre cuando le dan a alguien del equipo el MVP. Fue muy emocionante”.
Por último, Lizarbe ha evidenciado que “junto con el fútbol, el balonmano es el deporte preferido de los suecos, es importante y los equipos disponen de recursos y de sponsor”. Está previsto que regrese a Donostia a finales de enero.