Naroa Zabala y Elene Vázquez han completado la pretemporada con super amara Bera Bera aunque ya no jugaron en el Summer BAG organizado este fin de semana en Villacelama, ayer participaron de la sesión de entrenamiento que se realizó en Bidebieta. Ambas competirán en el equipo senior de Liga Vasca pero en cualquier momento podrían debutar con el primer equipo.
El caso de Elene Vázquez es especial. Entró en la escuela de Bera Bera y fue pasando por todas las categorías: benjamín, alevín, cadete, juvenil, incluso sénior, pero no llegó a debutar con super amara Bera Bera a pesar de participar en alguna sesión de entrenamiento. Los estudios la llevaron a Barcelona y fue en Granollers donde se estrenó en Liga Guerreras Iberdrola. Tras cinco temporadas en el equipo vallesano y una más en Toulouse, Vázquez ha regresado a Donostia con la intención de “trabajar en lo mío, seguir estudiando” pero, al mismo tiempo, quiere seguir vinculada al balonmano, “si se puede, teniendo un papel importante en el segundo equipo”.
Vázquez reconoce que “tenía muchas ganas de venir y todo va bien”. No obstante, admite también que, aunque conoce la casa, “cuesta adaptarte a un nuevo equipo y en Bera Bera tienes que saber cómo es el juego para andar bien”. “Al principio estuve algo nerviosa pero con confianza, con tranquilidad, con la ayuda de las compañeras que me han facilitado las cosas, todo va mejor”. Consciente de que su papel se queda, por ahora, en el segundo equipo, Vázquez puede ser la 17ª jugadora de la plantilla lo que le daría opción a entrar en convocatoria en caso de darse alguna baja.
Por su parte, para Naroa Zabala, a sus 19 años, todo esto es “nuevo y especial”. Ha tenido la oportunidad de entrenar junto con Alice Fernandes Silva y Maddi Aalla y en los amistosos que ha disputado ha contado con el tercio de los minutos, al repartirse entre las tres porteras. Lógicamente ha firmado actuaciones irregulares pero también ha tenido la oportunidad de dar muestras de su calidad.
La hondarribitarra ha pasado “un mes diferente” con el primer equipo y admite “no estar acostumbrada a entrenar a este nivel”. En su puesto, nota sobre todo la variedad de lanzamientos. “Más o menos sabes qué lanzamiento acostumbran a hacer las jugadoras pero aquí varían mucho” explica. De Alice y Maddi dice haber aprendido a “colocarse de otra manera en este categoría” y ha podido jugar contra equipos potentes como los franceses Chambray, Paris 92, Pessac y Merignac o Beti Onak y Rocasa, para comprobar las diferencias entre las dos ligas. A sus 19 años, se ve bien en el segundo equipo y entiende que “si bien en algún momento puedo estar, me cuesta verme arriba con continuidad porque hay mucha diferencia entre ambos”.