Esther Arrojeria ha sobrepasado recientemente los 200 partidos en Liga y es una de las referencias actuales en la plantilla de Super Amara Bera Bera, con la que debutó hace ya casi diez años. Tras lograr el Oro en los Juegos del Mediterráneo, repite la semana que viene convocatoria con las Guerreras “otro gran reto”. Antes, el sábado, tiene cita en Logroño.
Con tres jornadas de la Liga Guerreras Iberdrola, Arrojeria percibe que la Liga ha ganado en competitividad que “será en parte gracias a esa reducción a 12 equipos, el nivel se iguala muchísimo y se ha visto en las primeras jornadas”. A su juicio, “en ningún partido nos podemos relajar, los puntos siempre están en juego y hay que ir a por ellos”. Y también el sábado en Logroño (Palacio de los Deportes, 19 h.). “Vamos partido a partido y ante el Sporting La Rioja queremos mejorar las sensaciones” apunta. “El viaje es muy cómodo, es una cancha nueva para nosotras y ellas saldrán a morder, querrán puntuar, hacer una gran papeleta ante el campeón del año pasado, de modo que no pensamos en relajarnos y queremos seguir con esas sensaciones que estamos teniendo” añade.
Los dos últimos partidos han dado confianza al grupo del Super Amara Bera Bera donde, en su opinión “la clave ha sido la defensa” en ambos. “Hemos conseguido ahogar los ataques, con una defensa más presionante, con un 5-1 en Granollers y un 6-0 con Elche, presionamos a pares e impares y fuimos capaces de que el rival no tuviera claro a lo que tenían que jugar”. “Todo ello –continúa- nos facilita el ataque, llegamos mucho antes en contra o nos da tranquilidad para jugar en estático”.
Sobre su aportación al grupo, Arrojeria admite que “estoy encontrando sensaciones, ante Málaga no estuve cómoda, no pude ayudar como quisiera al equipo pero en los dos siguientes, me he encontrado mejor, he vuelto a tener chispa, ya estoy volviendo a mi juego rápido y espero seguir mejorando”.
Arrojeria ha sido convocada por Prades para disputar la semana que viene la Carpati Trophy en Rumanía. “Es otro gran reto y lo afronto con mucha ilusión” admite. “Vengo con buenas sensaciones de Orán pero va a ser un reto diferente, los rivales exigirán más, y las compañeras van a ser otras. Estoy en buen momento, ojalá me salgan bien las cosas y voy a trabajar muy duro”. Además de convivir con sus compañeras Etxeberria, Arcos y Aalla, la central de Usurbil tiene excompañeras como Cesáreo, Castellanos o Alicia Fernández y coincidió en los Juegos del Mediterráneo con Carmen Campos, Spugnini y Ona Vegué. “Tener gente conocida alrededor te da calma para mantener nervios a raya. Voy a por ello y muy ilusionada” concluye.
