Se acerca el sábado, y con él el derbi guipuzcoano que todos quieren jugar. Este año, el partido de vuelta será un tanto descafeinado, ya que los donostiarras tienen asegurada la segunda posición, sin que el Zarautz tenga opción de alcanzarles.
No obstante, el Zarautz es un equipo duro, con jugadores de calidad que hace de este conjunto uno de los más peligrosos de la categoría, por lo que se presenta una gran oportunidad para los donostiarras de preparar el play-off contra un rival de mucha entidad.
Un Sábado intempestivo, amanecía con lluvia, quedada a las 2 en el Xanti, el fondo sur llega a tiempo para sorpresa de todos con lo que salimos en hora. Estamos justos y Xandru sin botas, pájara premonitoria. A falta de Txanuki, Areitio alias Dr. Bacterio toma las riendas del conjunto, trayecto entretenido con fogosa discusión como acostumbra a traer el señor Garikoitz, puñaladas y otras historias de terror.
En un día de perros, lloviendo a mares y con Asti embarrado, se medían dos conjuntos que afrontaban el partido de forma muy diferente. Por un lado, los zarauztarras que se lo jugaban todo, ya que todavía tienen que ganarse el derecho a participar en los play-offs. Por otro, los donostiarras, que habían hecho los deberes en Valladolid hace dos semanas, y saltaban al campo ya clasificados y con la segunda plaza asegurada, con el único objetivo de hacer un buen partido y preparar el play-off.
Este sábado se enfrentarán en Anoeta el primero y el segundo de la liga.
El Burgos llega como equipo imbatido a la cita, pero los donostiarras están con ganas de redondear su gran campaña con una victoria en casa. Siendo este el último partido previo a los play-offs de ascenso, los jugadores donostiarras están entrenando a tope, para ganarse la confianza del entrenador y tener así opción de acumular minutos de juego en la fase final de la campaña.
Se daban cita en el miniestadio de Anoeta el primero y el segundo de la clasificación. Ni la lluvia ni el granizo se quisieron perder la cita, e hicieron acto de presencia desde el calentamiento mismo. Los chicos estaban muy concentrados desde que llegaron al campo, vieron ganar a los chavales de la cantera bajo una cortina de agua, y desde el principio se mentalizaron de lo que iba a ser una gran batalla en el barro y bajo la lluvia.
La charla del entrenador fue corta y precisa, todos sabían lo que había que hacer. Comenzó el partido con dominio local, pero varios errores en zonas clave, como golpes de castigo no forzados, o fallos en fases de conquista privaron a los donostiarras de anotar los puntos que se merecían. Con el viento a favor, los burgaleses aprovechaban cada ocasión para intentar anotar tres puntos desde el tee, pero su pateador Bianco no consiguió acertar. Con claro dominio de touch para los chicos de Gorka Bueno, las melees eran en su mayoría dominadas por los visitantes. Al descanso igualdad máxima en el marcador y juego, empate a 0.
En el descanso Gorka Bueno dio instrucciones a sus directores de juego para que repartiesen más balones a la línea de los tres cuartos, y fue exactamente por ahí, donde los visitantes encontraron el hueco en la defensa local. Tras una ruptura en primera fase, el UBU encontraba espacio en el exterior y conseguía anotar el primer ensayo del partido. Tras cambiar al joven apertura Adrián, Antxon y Gorka Unamuno intentaron abrir más el balón tal y como había pedido el técnico Gorka Bueno en el descanso, pero el tiempo y los continuos errores no permitían rápidas transmisiones de balón. El ensayo de los donostiarras llegó en una buena jugada de Javi Martín, que decidió jugar a la mano un golpe de castigo que todos pensaban que patearía a banda, y Oscar entró solo en la zona de ensayo. El juego no dio para mucho más, los burgaleses anotaron dos golpes de castigo y el partido acabó con el resultado de 5 a 13.
Teniendo en cuenta la expulsión definitiva de Julen Sarasola en el minuto 60, los donostiarras cuajaron un partido serio y ordenado con un jugador menos. Dentro de tres semanas ambos equipos se volverán a ver las caras en el partido de ida de los play offs, por lo que habrá revancha en Anoeta.
Solos los hombres abrazados en ese corrillo del final del partido sabemos lo que el gran Eduardo Martin dijo. ¡En eso creemos señor Martin!