Antes de tomar la ruta hacia Bilbao, las chicas buscaron inspiración para la jornada observando cual jubilados las obras de Anoeta, pretendiendo vencer a las pingüinas y universitarias del mismo modo que la excavadora vencía al hormigón. Después de pagar en quilates de oro la autopista, los tres coches encontraron El Fango y los problemas de aparcar que lo rodean a la primera. Las chicas del Ordizia, Antonia y Ianire, ya estaban esperándolas allí, que aunque vinieron de más lejos fueron más puntuales.
El primer partido del triangular se jugó entre el Burgos y el Bilbao, así que nuestras chicas utilizaron el campo de fútbol contiguo para calentar. Conocerse entre ellas, practicar algún que otro desastroso touche y hacer los primeros placajes para ambientarse, con la técnica cheek to cheek mostrada por Txema.
Después de que el Burgos le ganara al Universitario, llegó la hora de saltar al campo. Las jugadoras del Bilbao que no se sintieron del todo fatigadas mostraron su predisposición para jugar con nuestro equipo, ya que nueve jugadoras poca cosa podrían hacer contra las quince del equipo burgalés. Con una compenetración pocas veces vista entre vizcaínas y guipuzcoanas, el segundo encuentro del triangular se volvió un partidazo digno de ver en el barrio de Rekalde, más emocionante que la final de la Champions Cup jugada en San Mamés. Terminó en empate, resultado merecido por ambos equipos.
