Victoria clave para el equipo femenino, injusta derrota del primer equipo masculino, los S18 deben mejorar y la escuela disfrutó del último finde como anfitrión en Anoeta.
El AVK Bera Bera femenino controló el partido de principio a fin. Las chicas de Amets y Jokin jugaron un gran partido a la mano, fueron muy sólidas en delantera y una defensa granítica una vez más llevó a que nuestras chicas sigan invictas en esta difícil temporada.
Sólo queda un partido y es una final, el sábado acompañadas por el segundo equipo masculino, viajaremos hasta Iruña para defender nuestra ventaja y conseguir el campeonato de liga vasca de División de Honor femenina.
El primer equipo masculino sufrió una dolorosísima derrota e incomprensible por sus formas, ya que el señor colegiado decidió estirar el partido más de 20 minutos, dando oportunidad al Real Oviedo de conseguir la remontada que finalmente obtuvo.
Un partido jugado a la perfección por nuestros chicos que vieron cómo se fumaba el sueño de la salvación en una última jugada, que jamás debió de ser jugada ya que el tiempo hacía rato que había acabado. Si algo nos enseña nuestro deporte es que hasta posar el balón, no es ensayo por lo que dentro de dos semanas viviremos otra final en Pamplona, aunque esta vez para salvar la categoría. Hay tiempo de recuperarse de lesiones, preparar bien el partido y poder seguir así un año más en la división de Honor B Nacional.
El equipo sub-18 perdió un partido que a priori debía haber ganado. El Durango, con jugadores grandes y muy móviles, no dejo de pelear todo el partido y aunque la contienda empezó igualada, nuestros chicos lograron adelantarse, pero los chicos de Durango se llevaron el gato al agua gracias a su gran esfuerzo durante todo el partido.
Partido muy emocionante de las chicas y chicas sub 16 un partido que empezaron ganando, que después fueron perdiendo, pero en el que un final de partido apoteósico hizo que nuestros infantes se llevasen una ajustada victoria que les permite seguir líderes de su grupo esta segunda vuelta felicidades y a seguir trabajando.
La escuela hizo de anfitrión en un maltrecho Anoeta que está pidiendo ayuda a gritos, pero que no impidió que nuestras y nuestros pequeños disfrutarán de un sinfín de partidos en el que el resultado era lo de menos. Grandes jugadas, ensayos, placajes y sobre todo un gran bocata para acabar. El tiempo dirá cuéndo podremos disfrutar de otra jornada similar en casa.