Ayer en Bidebieta, corría el minuto 38 de partido con 17-13 en el marcador. Judith Sans forzó el penalti y en el banquillo Montse Puche, para sorpresa de la grada y de la propia protagonista, llamó a Maialen Múgica para que saltara a pista a ejecutar los siete metros. Bera Bera había fallado tres lanzamientos.
La lateral reconoció después haberse puesto nerviosa pero corrió hacia el área del Clínicas Rincón Málaga, cogió el balón con convicción y batió por bajo a Virginia Fernández. En su regreso al banquillo no pudo evitar una amplia sonrisa, una mirada cómplice a la grada donde se ubicaba Matxalen Ziarsolo (no quiso encontrar a sus padres) y recibió la felicitación de cuerpo técnico y de sus compañeras. Al minuto se repitió la misma acción, en esta ocasión, en un penalti provocado por Esther Arrojeria.
Atrás quedaban 15 largos meses. Su último partido oficial fue el de la final de la Copa de Euskadi del 4 de enero de 2015 en Zarautz, en el que fue la máxima goleadora de su equipo en dicha victoria. En Liga, su último encuentro fue precisamente ante Clínicas Rincón Málaga el 16 de noviembre de 2014.
En un entrenamiento posterior a la Copa de Euskadi, Maialen Múgica se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Fue operada en febrero, en vísperas de la Copa de Castellón, y posteriormente volvió a pasar por el quirófano el 5 de agosto para solucionar el síndrome llamado síncope.
En el minuto 45 volvió a ser requerida por Puche -solo salió para ello- para marcar el tercer penalti, en este caso forzado por Bea Fernández, pero erró el cuarto lanzamiento en el minuto 58 y su posterior rechace, prueba de que volver a la alta competición no es sencillo. Maialen Múgica recuperó ayer la sonrisa y más fuerza para trabajar duro en alcanzar el nivel de sus compañeras.