Fue llamarla y aparecer en Bidebieta a los días, tras el cese de Etxaburu en el primero de los tres partidos dirigidos por Tati Garmendia. En la siguiente jornada Montse Puche ya se sentó en el banquillo de Alcobendas para apoyar a la responsable de la sección y lo repitió a finales de marzo en partido de liga celebrado en Zarautz ante Canyamelar Valencia.
Ike Cotrina, por su parte, ayudó a Tati Garmendia y a la propia Montse Puche y las acompañó en Elche.
Precisamente es donde ponemos el contador de Puche en su primer partido como primera entrenadora de Bera Bera, el 11 de abril, en partido disputado en el Carrús, donde la velocidad de su equipo desarboló al Elche Mustang (16-25), cuarto clasificado entonces.
Puche aumentó la intensidad de Bera Bera, añadió varios elementos en ataque que permitió que las guipuzcoanas no fueran tan previsibles y fue etapa tras etapa, solventando los obstáculos con mucha solvencia especialmente los de Aula en Bidebieta (36-23), Guardés (20-26) o Rocasa (21-24) donde Bera Bera se proclamó campeón de liga matemáticamente.
Con ese partido en Elche, Puche dirigió siete encuentros a Bera Bera con el resultado de seis victorias y un empate, el cosechado en León en el último partido de liga.
Sumando esos siete partidos a los seis de la presente campaña, hacen una vuelta entera de liga, es decir, 13 encuentros con resultados casi inmejorables, 12 victorias y un empate.
Además, con los éxitos de la tercera liga y la cuarta Supercopa, en el partido que abrió la temporada 2015-16 ante Rocasa (18-17).
A pesar de haber perdido a dos referencias en defensa, tener que acoplar a los fichajes y seguir incidiendo en el juego posicional, tanto la media de goles a favor como contraria es mejor en estos seis partidos, en los que apenas hay diferencias si Bera Bera juega en casa o fuera. Las donostiarras llevan algo más de 31 goles de media (en Bidebieta uno más) y ligeramente superior a los 19 goles por partido.
En este recorrido adquieren importancia personas como Eider Rubio e Ike Cotrina con las que cambia impresiones, cuestión muy apreciada por ella y el trabajo de Nerea Uranga e Iker Fernández.