Mediterráneo amargo
No le ha sentado bien el Mediterráneo a Bera Bera. Si el sábado 14 de febrero caía en los octavos de la EHF ante el Muratpasa Belediye en Antalya, ciudad del sur de Turquía ayer perdió la final de Copa en Castellón ante Rocasa tras forzar la prórroga (19-20).
Los dos viajes han dejado luces y sombras y sensaciones de que el equipo lo podía haber hecho mejor, tanto en la eliminatoria europea como en la fase final de la Copa. Las dificultades de los oponentes eran muchas pero Bera Bera tiene recursos para hacerlas frente como también se ha podido evidenciar en los dos partidos ante Muratpasa y en Copa, especialmente, en la semifinal de Copa ante Mecalia Atlético Guardés.
Todas las luces señalan hacia la defensa. Normalmente cuando funciona, Bera Bera suele sacar los partidos adelante. No obstante, tuvo dificultades para parar a la primera línea turca en el empate del Gaska cuestión que solventó en el partido de vuelta. Las guipuzcoanas realizaron 20 minutos sensacionales en Antalya, con 7-11 en el marcador, con solidez defensiva y salida rápida a la contra pero también quedó en evidencia que la cruz de este equipo es el ataque. Muratpasa empató el partido antes del descanso y en la segunda parte se aprovechó de las pérdidas donostiarras para lanzar sus letales contra-ataques.
La Copa también ha dejado regustos contrapuestos, dulces y amargos. Bera Bera fue motivada para traerse en propiedad el trofeo y ha dejado la imagen de ser un equipo luchador que se levanta una y otra vez cuanto peor está. Por ejemplo, en el primer partido ante el Elche Mustang con un 18-20 en contra, con cuatro jugadoras en pista y con un penalti en contra que paró Temprano a Popovic. Bera Bera se puso por delante, Elche forzó la prórroga pero en la misma las donostiarras se impusieron 29-26.
El sábado realizó una exhibición defensiva ante Guardés, un rival que dejó grandes sensaciones la víspera ante Canyamelar Valencia. Pero ayer no tuvo el día. Tardó incluso en lanzar a portería y cuando lo consiguió hacer lo hizo sin la suficiente precisión para superar a Silvia Navarro. Bera Bera se refugió en su defensa, que daba balones, incluso en la inspiración de Temprano, trabajó para reducir la distancia de cuatro goles que gestionaba Rocasa y cuando el partido expiraba, se marcó un parcial de 4-0 para empatarlo pero no pudo ponerse por delante y cayó en la prórroga.
Al final, tristeza y desolación por sentir que el equipo no lo ha hecho como sabe hacerlo. No obstante, el equipo quiso agradecer a los aficionados que viajaron con la Peña Erreka Laranja su apoyo tanto en la semifinal como en la final.