Esta semana hemos estado ante una situación que nunca me había tocado vivir. De las 10
jugadoras, 4 han estado enfermas y 1 lesionada durante toda la semana, por lo que sólo un día
tuvimos la oportunidad de hacer un entrenamiento conjunto. Además, teníamos un partido
duro el fin de semana y sabíamos que esta situación no ayudaría nada.
Llegó el sábado y todas estábamos nerviosas pero con muchas ganas de jugar el partido.
A lo largo del partido, nuestras jugadoras tuvieron momentos muy buenos pero,
lamentablemente, en otros momentos, diversos fallos de concentración hicieron que el Ordizia
realizara canastas fáciles. Vuelvo a insistir en la frase que les repito tanto: el partido son
cuarenta minutos, desconectar un momento a nivel de rendimiento puede conllevar perder el
partido.
Los dos cuartos iniciales del partido fueron nuestros, hicimos un buen trabajo tanto en ataque
como en defensa. En un momento dado, conseguimos colocarnos con 11 puntos de ventaja y
llegar así al descanso podía resultar de gran ayuda, pero los errores y la desconcentración
antes mencionada hicieron que se llegara al descanso con 5 de diferencia.
En el tercer cuarto, las de Ordizia estuvieron más finas en ataque y lograron empatar.
Sería pues el cuarto tiempo el que decidiría quién se llevaría el partido. Las nuestras
comenzaron muy mal, 0-6 a favor de Ordizia. Tuvimos que pedir tiempo, corregir errores y
recordar a las jugadoras dónde estaban jugando, para que tuvieran claro que quien estuviera
en la cancha tenía que darlo todo. Cambiaron de actitud, pero las de Ordizia siguieron
anotando, consiguiendo una diferencia de 8 puntos. El partido no tenía buena pinta, pero
nosotras nunca nos dimos por vencidas y conseguimos empatar con un enorme último
esfuerzo y trabajo de las chicas.
En la prórroga, no fuimos capaces de lograr que el partido fuera nuestro. Estábamos ya muy
cansadas físicamente y eso no nos ayudó a hacer el esfuerzo necesario en estos últimos 5
minutos.
Por último mencionar que, como es normal, tanto jugadoras como entrenadores nos fuimos
dolidas del partido. Todos sentimos rabia, pero eso me parece que es algo absolutamente
normal y necesario. Porque eso indica que nos importa. Desde aquí quiero felicitar a las
jugadoras por no rendirse y por el trabajo realizado. Tanto a vosotras como a nosotros nos ha
servido para desarrollarnos como entrenadores y como jugadoras.
¡Vamos a seguir trabajando más fuerte que nunca!
El próximo domingo, en el polideportivo Bidebieta a las doce del mediodía.
GU GERA GERA BERA BERA