Se daban cita en el miniestadio de Anoeta el primero y el segundo de la clasificación. Ni la lluvia ni el granizo se quisieron perder la cita, e hicieron acto de presencia desde el calentamiento mismo. Los chicos estaban muy concentrados desde que llegaron al campo, vieron ganar a los chavales de la cantera bajo una cortina de agua, y desde el principio se mentalizaron de lo que iba a ser una gran batalla en el barro y bajo la lluvia.
La charla del entrenador fue corta y precisa, todos sabían lo que había que hacer. Comenzó el partido con dominio local, pero varios errores en zonas clave, como golpes de castigo no forzados, o fallos en fases de conquista privaron a los donostiarras de anotar los puntos que se merecían. Con el viento a favor, los burgaleses aprovechaban cada ocasión para intentar anotar tres puntos desde el tee, pero su pateador Bianco no consiguió acertar. Con claro dominio de touch para los chicos de Gorka Bueno, las melees eran en su mayoría dominadas por los visitantes. Al descanso igualdad máxima en el marcador y juego, empate a 0.
En el descanso Gorka Bueno dio instrucciones a sus directores de juego para que repartiesen más balones a la línea de los tres cuartos, y fue exactamente por ahí, donde los visitantes encontraron el hueco en la defensa local. Tras una ruptura en primera fase, el UBU encontraba espacio en el exterior y conseguía anotar el primer ensayo del partido. Tras cambiar al joven apertura Adrián, Antxon y Gorka Unamuno intentaron abrir más el balón tal y como había pedido el técnico Gorka Bueno en el descanso, pero el tiempo y los continuos errores no permitían rápidas transmisiones de balón. El ensayo de los donostiarras llegó en una buena jugada de Javi Martín, que decidió jugar a la mano un golpe de castigo que todos pensaban que patearía a banda, y Oscar entró solo en la zona de ensayo. El juego no dio para mucho más, los burgaleses anotaron dos golpes de castigo y el partido acabó con el resultado de 5 a 13.
Teniendo en cuenta la expulsión definitiva de Julen Sarasola en el minuto 60, los donostiarras cuajaron un partido serio y ordenado con un jugador menos. Dentro de tres semanas ambos equipos se volverán a ver las caras en el partido de ida de los play offs, por lo que habrá revancha en Anoeta.
Solos los hombres abrazados en ese corrillo del final del partido sabemos lo que el gran Eduardo Martin dijo. ¡En eso creemos señor Martin!