Durante las Navidades, nuestras chicas han estado trabajando. En la primera semana de
vuelta, la vuelta al cole no nos llevó a entrenar correctamente. En general, se notaba una gran
falta de concentración, como suelo decir, falta de tensión e ilusión.
Tras un largo viaje, llegamos al campo de Mondragón. Campo pequeño y muy incómodo para
los entrenadores.
Las chicas comenzaron bien el calentamiento, con ilusión y ganas de trabajar en el partido.
Tras comenzar el partido, la sensación de los entrenadores no fue la misma. En muchos
momentos, como durante la semana, esa desconcentración y esa falta de tensión se notó
también durante el partido.
Los rivales, a pesar de ser de primer año, fueron capaces de aprovechar bien nuestros
momentos de desconcentración y nos pusieron el partido difícil.
Fuimos nosotras la principales culpables de que perdiéramos el partido; las jugadoras y los
entrenadores, es decir, el equipo. Pero lo cierto es que no puedo terminar esta crónica sin
mencionar al árbitro y el trabajo realizado por la mesa … fue un partido muy incómodo, en
muchos momentos injusto y frustante, sin criterio.
Por último, me gustaría señalar que de estos partidos también se aprende mucho, ya que no
fuimos capaces de ponernos al nivel del partido y, en este tipo de casos, si nos centramos en
las frustraciones, es muy difícil sacar adelante el partido.
Tendremos otro partido más, en esta ocasión vamos dispuestos a que no se vuelva a repetir
una situación así.
GU GERA GERA BERA BERA