Da gusto ver jugadoras con tanto entusiasmo y nerviosismo. Las pérdidas de balón, las
infracciones y los errores son continuos, pero con su forma de jugar hacen del
baloncesto un juego de verdad.
El toma y daca fue continuo, y el acta así lo reflejaba. Fue en el último periodo en el que
tomaron las jugadoras de casa la delantera y lo mantuvieron hasta el final.
Las nuestras aprovecharon la mañana para fijar algunas ideas de la defensa y a asociarse
para atacar a la canasta contraria. Pelearon y podrían haberse llevado la victoria, pero
finalizaron el encuentro sin saber cuál había sido el resultado; ni falta que hacía.
Objetivo cumplido.
Zorionak, neskak!